Colgante del gran yogui Milarepa, Om ah guru hasa vajra hung
Preciosa escultura de para llevar sobre el chakra del corazón a tu protector el buddha Milarepa, quien alcanzó en una sola vida el estado de despertar pese al mal karma que generó en su juventud…la gran perseverancia de Milarepa es una forma de entender el dharma sin hipocresía gracias a la bondad de Marpa su maestro y guru …
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“Gracias a la misericordia de Marpa he comprendido
plenamente que todos los seres y fenómenos son de la propia mente. La mente en sí es una
transparencia del vacío,
entonces ¡ cuan grande es la inutilidad de todo esto y cuan necio
soy al tratar de dispersar físicamente estas manifestaciones!”
Luego Milarepa entonó con ánimo intrépido el Canto de la Realización:
Padre gurú que has conquistado los cuatro demonios,
ante Ti, Marpa el Traductor, me inclino.
Yo, a quien ves, el hombre con un nombre,
hijo de Darsen Gharmo,
fui nutrido en el vientre de mi madre
completando las tres venas.
De bebé dormí en mi cuna,
de joven cuidé la puerta,
de hombre, vivo en la montaña.
Aunque en el pico nevado la tormenta sea recia,
nada temo;
¡aunque el precipicio sea escarpado y peligroso,
no temo!
Yo, a quien ves, el hombre con un nombre,
soy hijo del Águila de Oro
eché alas y emplumé en un huevo.
De niño dormí en mi cuna,
de joven cuidé la puerta,
de hombre vuelo al cielo;
aunque el cielo es enorme y alto, no temo;
aunque el camino es pendiente y angosto, no temo.
Yo, a quien ves, el hombre con un nombre,
soy hijo de Nya Chen Yor Mo,
rey de los peces;en el vientre de mi madre mis ojos dorados giré.
De niño dormí en mi cuna,
de joven aprendí a nadar,
de hombre me zambullo en el gran océano;
aunque las rugientes olas sean aterrorizantes, no temo;
aunque abunden anzuelos para atrapar peces, no temo.
Yo, a quien ves, el hombre con un nombre,
soy hijo de los Lamas Ghagyu;
la fe creció en el vientre de mi madre,
de bebé entré por la puerta del dharma,
de joven estudié las enseñanzas del Buda,
de hombre vivo solo en cuevas;
aunque se multipliquen demonios, fantasmas y diablos, no temo.
La zarpa del león de nieve nunca se congela
si no, qué utilidad tendría
llamar “rey” al león,
él, que tiene los Tres Poderes Perfectos.
El águila nunca cae del cielo;
si así fuere, ¿no sería un absurdo?
Un bloque de hierro no puede ser partido por una piedra.
Si así fuere, ¿cuál refinamiento tendría el hierro?
Yo, Milarepa, no temo ni a los demonios ni al mal;
si ellos asustaren a Milarepa, ¿de qué utilidad
seña su realización y esclarecimiento?
Ea, fantasmas y demonios, enemigos del dharma,
les doy la bienvenida,
¡es un placer recibirlos!
Les ruego se queden, no tengan prisa por irse,
discurriremos y jugaremos juntos;
aunque deban irse, quédense por esta noche,
apostaremos al dharma negro y al dharma blanco,
Antes de venir juraron afligirme;
vergüenza y desgracia padecerán
si regresan con el voto incumplido.
(100000 CANTOS DE MILAREPA)
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